El
vibrafonista Roy Ayers grabó este disco en el año de 1975, con algunos toques de
funk y otros de
jazz, pero con una gran destreza en la
ejecucion del
vibráfono. Destaca la
melodia de su propia
inspiracion que da titulo al álbum que aquí presentamos.
Chequenlo y disfruten de este disco.
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